Eternamente lesionado y bastante torpe para jugar, Sergio Escudero llegó con pocas luces al club. No había demasiada plata para refuerzos de calidad y Burruchaga aposto en él, que se encontraba como defensor titular de Olimpo, puntero de la BN. Sin embargo apenas llegó, sufrió una lesión que lo margino tres fechas. Tras recuperarse, llegó la noticia que su transfer no había llegado. Al fin debuto una templada tarde vs. Banfield. El “Rojo” venia de tres baldazos de agua fría al caer 1-3 vs. Colon, empatar sin goles contra Belgrano y repetir el resultado que en la primera fecha cayendo ante Boca. En ese partido Escudero hizo dupla defensiva con Báez (!) y fue derrota 1-2. Mal debut, pero las esperanzas no estaban caídas. A la siguiente fecha fue victoria 2-0, y Escudero ingreso desde el banco de suplentes. De allí en adelante, salvo lesiones que lo hacían aparecer de titular, Escudero solo aparecía en el banco sin ingresar o jugando en reserva. Y si entraba, era en los segundos finales del partido. Se despidió en el recordado 4-1 a Quilmes ingresando desde el banco de los relevos. Dejo tan solo 8 partidos disputados sin convertir goles. Su carrera que había comenzado en Racing de Olavarria, Alvarado y Olimpo, continúo en Argentinos Júnior y en el Corinthians actualmente.
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